Ministro de Educación Pública de Costa Rica Pide a docentes Convertir Escuelas y Colegios en Espacios Libres de Discriminación.
Que sean lugares seguros para migrantes y refugiados.
De acuerdo a Diego Bosque González, del Ministerio de Educación de Costa Rica, el pasado 24 de agosto el Ministro de Educación Pública, Édgar Mora Altamirano, firmó una directriz en la que solicita a los docentes convertir las escuelas y colegios en espacios libres de discriminación y seguros para los estudiantes migrantes y refugiados.
En el documento el ministro declaró “el más absoluto repudio a toda manifestación que llame al odio o a la violencia contra poblaciones de distintas nacionalidades que habitan temporal o permanentemente en nuestro país, independientemente de su estatus o condición migratoria”.
El ministro Mora Altamirano recordó a los maestros y maestras que constituyen discursos de odio, todas aquellas manifestaciones (verbales, escritas o de cualquier otra índole) que buscan hacer daño, mediante la hostilidad, la discriminación y la violencia, hacia una persona o grupo de personas por pertenecer a un determinado grupo social o demográfico”
La directriz enfatiza que el Reglamento establece como “obligaciones del Personal Docente no incurrir o promover prácticas discriminatorias, de cualquier tipo, hacia alguna persona servidora, estudiante o externa a la Institución por razón de su etnia, género, orientación sexual, identidad de género, religión, discapacidad o por cualquier tipo de discriminación contraria a la dignidad humana”.
A lo largo de su historia, Costa Rica ha firmado tratados y convenios internacionales en los que reafirma su compromiso de ofrecer educación de calidad a todos los niños y niñas, sin importar su nacionalidad.
Además, el Ministerio de Educación Pública cuenta con amplia normativa que ratifica sus deberes con la población migrante.
“Cada estudiante que se acerca a nuestros preescolares, escuelas, colegios y universidades nos reivindica como educadores, porque es en esa condición que nos busca”, dijo. Ningún estudiante vale menos que otro y todos merecen nuestra comprensión respecto de su historia personal y su anhelo de felicidad. Nuestros jardines de niños, escuelas y colegios son santuarios para los inmigrantes y la xenofobia no los debe vulnerar”, dijo Mora.