Patricia León Santacruz
Cuando eres estudiante de primaria o secundaria, puedes observar varios tipos de papás y mamás. Hay algunos que lo único que hacen es ir y dejar a sus hijos a la puerta del plantel en las mañanas y hacer lo inverso a la hora de la salida. Por otro lado, también, aunque en menor cantidad, existen los padres que participan regalando un poco de su tiempo para apoyar en diversas actividades de la escuela. Algunos ayudan de manera periódica en, por ejemplo, organizar el carrusel para facilitar la entrada o salida de la escuela. Otros, quizá no lo hacen con tanta frecuencia, pero apoyan con la organización de la kermes escolar, en acompañar al grupo de su hijo cuando van a tener una salida, o quizá, en ayudar con el mantenimiento de las instalaciones escolares. Cada uno según sus talentos y el tiempo disponible que puede aportar.
Pero, ¿esto sirve de algo? Claro que sí.
El primer beneficiado será tu hijo o hija ya que les estará transmitiendo un valiosísimo mensaje. Les estás comunicando que ellos son importantes para ti, y que lo que sucede en su escuela es muy importante para ti. Hay una frase que dice “Las acciones hablan más que mil palabras”. El brindar un poco de tu tiempo y tus talentos ayuda a construir un ambiente escolar sano. Esto, ayuda a tus hijos a tener éxito tanto en el área académica, como en el área social.
El participar en las actividades permite que conozcas mejor a los compañeros de tus hijos, a sus maestros y que sepas más de lo que sucede en la escuela donde ellos pasan tanto tiempo.
El participar en la escuela, permite que conozcas mejor a los maestros y tengas mejor sentido de la evolución que lleva tu hijo y saber cómo complementar el trabajo en casa. Además, cuando dices cosas positivas a tu hijo sobre su desarrollo en la escuela, ellos buscan hacerlo aún mejor.
La escuela también se beneficia con su participación. Los voluntarios ayudan a crear conexión y formar comunidad. Se reafirman los valores de unos y otros.
Es importante recordar que los formadores de carácter son los padres. Las escuelas solo refuerzan las lecciones que los chicos aprenden en casa.
Pero no todos los beneficios de la participación son para los alumnos o la escuela. También los padres y madres se benefician. El formar comunidad implica que también entre los padres participativos se forman importantes lazos de amistad y de apoyo. Estos lazos enriquecen nuestras vidas y hace el ser padres más sencillos al tener un grupo de apoyo. Conoce uno a personas que pueden estar pasando por situaciones parecidas con las que podemos compartir nuestras prioridades y nuestras dudas.
Encontrar el tiempo para ser voluntario en la escuela no es fácil, pero vale la pena.